viernes, 27 de marzo de 2015

Torremolinos: Visita al Molino del Inca

Nuestros amigos Angel y Elvira y Rafael y Francisca estaban pasando unos días en el Hotel Puente Real de Torremolinos, así que decidimos pasar unos días junto a ellos. Reservamos en el mismo hotel desde el jueves 26 al domingo 29 de marzo (ellos estaban allí desde el lunes 23 y continuaron después hasta el Miércoles Santo). Cuando llegamos, nos alojamos en los apartamentos del hotel y estuvimos viendo sus instalaciones. Es enorme, hay que llevar un plano para no perderse.
Hotel Puente Real

Al fondo, apartamentos del hotel donde nosotros (Isabel y yo) estuvimos alojados
Después de comer y descansar, alrededor de las seis de la tarde, nos reunimos en nuestro apartamento para ensayar unos karaokes que Rafael e Isabel iban a cantar en el hotel por la noche. Como el tiempo estaba fatal con un viento molestísimo y no daba gana de salir a ningún sitio, permanecimos en el apartamento hasta la hora de cenar prácticamente.
El viernes amaneció muy soleado y con poco viento, por lo que apetecía salir a dar un paseo. Entre todos decidimos visitar El Molino del Inca.
Entrada al Jardín Botánico Molino del Inca
El nombre del molino proviene de la licencia que se le otorgó a Joseph de Inca Méndez de Sotomayor el 8 de Agosto de 1700, para que edificase dos molinos de harina y un martinete para batir cobre. En 1923 su propietario era don Eduardo Nogales. El molino era de una parada movida por rodezno. La edificación estaba destinada a vivienda de recreo, garaje y huertos, sin utilización del molino, que tenía un salto de agua de 5,11 metros de caída y una cantidad de 22 litros por segundo, procedente exclusivamente del manantial de Inca. Actualmente forma parte del recinto botánico "Molino de Inca". Su estructura ha sido reparada y recreado muy fielmente un antiguo molino, que puede contemplarse como importantísimo testimonio de nuestras señas de identidad, ha tenido visitantes tan ilustres como Su Majestad el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia el dia 13 de Febrero de 1.926, bebiendo agua del manantial del Albercón, que desde esa fecha, en homenaje a su distinguida presencia, se conoce como el Albercón del Rey. Posteriormente, en el recinto del Molino de Inca se le ofreció un refrigerio antes de partir la comitiva al pantano del Agujero en Málaga.


¿Cuántas veces hemos estado en Torremolinos sin ver algo nuevo, algo diferente? El jardín botánico Molino del Inca en Torremolinos, está a tan solo unos minutos del centro de Torremolinos, cerca del Palacio de Congresos, detrás del Parque Acuático y merece la pena verlo. El horario es de 11.30 a 13.30 y de 18 a 21 h. Lunes cerrado. El precio es de 3 euros y gratis para jubilados, pensionistas y niños.

Rafael observa los canales y manantiales en medio de las numerosas plantas y coloridas flores


El conjunto ocupa unos 40.000 metros cuadrados, que pueden ser contemplados en todo su esplendor, desde sus cuatro miradores estratégicamente situados y, donde el agua tiene un papel fundamental, protagonizado por canales y fuentes y sobre todo, por un riachuelo artificial que, a partir del original Manantial de Inca, recorre buena parte del conjunto hasta desembocar en tres estanques diferentes, en los que proliferan plantas acuáticas y peces.

Isabel y Andrés en uno de los bonitos miradores


El jardín atesora  asimismo un gran valor botánico, ya que en él se concentran más de 150 palmeras, unos 350 árboles y 400 arbustos de especies y familias diferentes y que complementan las zonas ajardinadas en las que abundan plantas y coloridas flores. También contribuyen a ello algunos ejemplares de araucaria, eucalipto y nogal centenarios, destacando un acebuche de unos 1000 años de antigüedad.


Francisca e Isabel descansando en un ambiente bucólico y sosegado



Rafael escuchando el rumor del agua y el murmullo de los pájaros

Elvira y Ángel nos avisan que ya es tarde y debemos volver


En el centro del jardín hay un laberinto natural de Aligustre, un laberinto de setos y pequeñas fuentes de unos 50 metros de diámetro en el que sientes las ganas de esconderte.
El agua juega aquí un papel ornamental de primer orden con una fuente que hace como el manantial de un río que atraviesa el jardín botánico. Quizás uno de los elementos que más destaca es el estanque con las cuatro estatuas de mármol rosa italiano que simbolizan las estaciones del año, además de una serie de estatuas también de mármol,  distribuidas en diversos puntos, entre ellas la de la “Diosa de la fertilidad” y las de dos impresionantes leones, además de un hermoso Jardín Japonés.

Rafael descansa sentado en una de las fuentes del Jardín Botánico

Junto a una de las esculturas

Isabel en el laberinto natural de Aligustre
Las cuatro estatuas de mármol rosa italiano que simbolizan las estaciones del año

Rafael e Isabel junto a una de las cuatro estatuas
Elvira, Francisca e Isabel

Descansando en el laberinto natural de Aligustre

Entre tinajas

Descanso y relajación total







Aprovechando el microclima creado en el Jardín Botánico, se han instalado varias pajareras habitadas por una preciosa colección de aves exóticas. Además del Jardín, podemos ver también una exposición permanente donde se puede  conocer el interior del típico molino de harina y otras curiosidades.





Torremolinos perteneció a Málaga como pedanía hasta 1988 en que se independizó. Hasta los años 50 Torremolinos fue un pequeño pueblo de pescadores y desde entonces se ha convetido en uno de los principales destinos turísticos de sol y playa de España. La afluencia de extranjeros y turistas en general durante los años 60 y 70 creó un ambiente liberal y permisivo que aún distingue a la ciudad de otros municipios de la Costa del Sol.
Las fiestas típicas son el carnaval, la semana santa, las cruces de mayo, la noche de San Juan, ferias y romerías. La Feria de San Miguel en septiembre es la fiesta mayor del pueblo. Además tienen lugar otras ferias menores como la Feria del Carmen y la Feria de San Juan Monterna, que se celebran en julio y junio respectivamente. El día del pescaito se realiza en el mes de Junio y desde el barrio de La Carihuela y a lo largo del paseo marítimo casi hasta el Puerto Deportivo de Benalmádena, chiringuitos y restaurantes reparten gratuitamente raciones de pescado y bebidas a los turistas y autóctonos.





Emblema de la ciudad es su Calle San Miguel, que sube desde la playa del Bajondillo por unas serpenteantes escalinatas hasta la Plaza Costa del Sol, siendo la vía peatonal y la zona comercial más importante de toda la ciudad. Cuenta con todo tipo de comercios, tiendas de souvenirs, joyerías, tiendas de moda, de música, zapaterías, lugar donde podrá encontrar además buenos restaurantes, bares y pastelerías, entre otras cosas.










Se enmarca en el casco antiguo y se encuentra atestada de gente en horario comercial. Casi al final de la escalinata, frente al restaurante Quitapenas, se encuentra la Torre de los Molinos, una torre de defensa que fue levantada por los nazaríes hacia 1300, siendo una de las piezas de la cadena de torres defensivas que se erigieron a lo largo de la costa del antiguo Reino de Granada. Aparece con este nombre ya en las Ordenazas de 1497, si bien más adelante se le llamó Torre de Pimentel, en recuerdo de un militar que asistió a los Reyes Católicos en la toma de Málaga.

Acabados los escalones, encontramos sendos ensachamientos con las plazas de La Nogalera a la izquierda conforme subimos y las plazas de Europa y Andalucía a la derecha.

 


No hay nada más gratificante, que después de subir las cuestas del barrio del Bajondillo, tomar un respiro en una de las más grandes plazas de la Costa del Sol a la sombra de sus frondosos árboles, la Plaza de Europa donde se encuentra el monumento a Europa y todos los escudos de los países adheridos a la UE. Cuenta la mitología que Zeus dios del Olimpo se enamoró de Europa hija de Agenor rey de Tiro y Telefasa. Zeus temiendo ser rechazado por Europa, se convirtió en un majestuoso toro de impresionante blancura. Mientras que las otras muchachas que jugaban con Europa al ver el toro huyeron, ésta no se asustó sino todo lo contrario, se sintió fascinada por los dulces movimientos de Zeus e incluso se llegó a sentar en sus lomos. Fue entonces cuando Zeus se levantó y penetrando en el mar empezó a nadar rápidamente sin hacer caso de las súplicas de Europa, hasta que llegaron a la isla de Creta donde Zeus reveló su verdadera identidad y sedujo a Europa. En la isla junto a una fuente cercana a Gortina tuvieron lugar sus amores bajo la sombra de los plátanos que recibieron el privilegio de no perder nunca sus hojas. A la muerte de Europa, ésta recibió honores divinos y dio nombre al viejo continente mientras que Zeus se convirtió en una constelación formando uno de los signos de zodiaco.


Monumento a Europa en Torremolinos

Y llegado el sábado, con un tiempo espléndido, fuimos a Málaga capital, para ver la ciudad y los preparativos de Semana Santa. Paseamos por la Alameda, calle Larios (donde compramos las clásicas almendras), la Plaza de la Constitución con su Café de Chinitas y el graderío ya montado con el palco para las procesiones y la calle Granada en donde visitamos la famosa Bodega El Pimpi. A la vuelta en la Alameda nos tomamos unos Pedro Ximénez con una gambitas.

Antigua Casa de Guardia

Emblemático local fundado en 1840 que sirve tapas malagueñas entre barricas de moscatel y de Pedro Ximénez





Bodega bar El Pimpi, el encanto de un lugar único: bodega popular con restaurante de cocina tradicional andaluza en el centro histórico de Málaga.





Comprando almendritas en la calle Larios

En la calle Larios. Rafael, que era nuestro guía, no decía para donde ir.

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