martes, 10 de febrero de 2015

Gandía: Un paseo por la ciudad



Pasear por Gandía es descubrir la belleza y la tranquilidad de su casco histórico mezclado con ese ir y venir de gente por su calle Mayor, difícil de procesar si se dispone de poco tiempo. El paseo puede  hacerse en una hora aproximadamente, o echar todo el día, depende de los sitios donde paremos o si seguimos algún itinerario alternativo. Nosotros dedicamos la mañana a ver sus calles y edificios emblemáticos, parándonos en algunas de sus múltiples tiendas y/o bares. La tarde la dedicamos, en exclusiva, al Palacio Ducal, Colegiata y Ayuntamiento.


En esta ocasión nos desplazamos en autobús, que tiene su parada número 24 muy cerca del hotel y te lleva al centro de Gandía, parada 33 junto a la estación de ferrocarril. Se llama La Marina, cuesta 1,50 euros y pasa cada 15 minutos.


Al bajar del autobús, hicimos nuestra primera parada en la Oficina Turística, que está allí mismo, y recogida de folletos informativos, planos, etc. continuando nuestro paseo por la Avda. Marqués de Campo hasta llegar a la Plaza de Las Escuelas Pías.
Calixt III, Lucrecia Borja, Alejandro VI, César Borja y San Francisco de Borja
Hay tanto que ver, fotografiar y recordar de estos lugares, que seguramente olvidaré muchas cosas o no reflejaré exactamente su belleza. Hay que venir y verlo. Aquí comienza nuestro recorrido en Plaza de Las Escuelas Pías, aquí haremos una primera parada para admirar estas esculturas que forman un conjunto de cinco estatuas que representan a varios miembros de la emblemática familia de los Borja que vivieron en la ciudad. Las estatuas representan San Francisco de Borja (IV duque y patrón de la ciudad), César Borja (hijo de Alejandro VI), Alejandro VI (papa), Lucrecia Borja (hija de Alejandro VI) y Calixt III (papa).

El edificio de las Escuelas Pías, llamado también Antigua Universidad de Gandia que fundó el duque San Francisco de Borja en el año 1549 y donó a la Compañía de Jesús, se encuentra en la puerta de acceso al centro histórico de la ciudad. Las Escuelas Pías han sufrido un largo proceso de rehabilitación que se remonta a 1992, y que concluye en octubre de 1998 con la inauguración de un edificio que ha recuperado su anterior sentido cultural y educativo, con la reubicación de la Uned, la Escuela Permanente de Adultos y el colegio de los Escolapios. Durante varios siglos la universidad fue uno de los centros  más importantes de la zona, en ella se impartieron clases universitarias a personas emblemáticas de la época hasta que en 1767 los Jesuitas fueron expulsados del territorio español. La Antigua Universidad contaba con celdas, refectorios, una enfermería, varias oficinas, las aulas académicas y una iglesia. El edificio de las Escuelas Pías tenía un pasadizo o tunel secreto (que se conserva en parte pero no es accesible al público) que conectaba éste con otro edificio emblemático de Gandia. La Antigua Universidad cuenta con un gran patio interior que se usa hoy cómo patio de recréo del colegio.
Calle San Francisco de Borja
Paseo de las Germanías
Por la calle San José de Calasanz llegamos a la concurrida y comercial calle San Francisco de Borja y desde ésta llegaremos al Paseo de las Germanías, llamado así en recuerdo de la Guerra de les Germanias, una revuelta gremial contra la nobleza, que hacia 1520 tuvo notables consecuencias para Gandía y el Reino de Valencia. El paseo atraviesa la ciudad de este a oeste formando parte del ensanche del S. XIX, construido tras la demolición de las murallas, señalando en el suelo su trazado mediante unas marcas metálicas.

Marcas metálicas








A un lado del Paseo se encuentra El Raval (arrabal) que era el barrio donde vivían los musulmanes hasta su expulsión en 1609. Conserva parte de su fisonomía, con estrechas calles y casas bajas con fachadas encaladas. Era el barrio donde vivían los musulmanes (llamados mudéjares mientras mantuvieron su religión y moriscos tras ser bautizados a la fuerza en la Guerra de las Germanías).
La iglesia de San José fue construida sobre una antigua mezquita musulmana.


Y volviendo al Paseo nos encontramos con el Teatro Serrano. Construido en honor al músico valenciano José Serrano, fue inaugurado en el verano de 1900 como Teatro Circo y cambió su nombre a Teatro Serrano en 1912. Actualmente tiene dos salas que permiten una programación estable durante todo el año: teatro, conciertos, zarzuela, danza, cine, etc. Su fachada modernista se alzó en 1921. En 2006 su interior ha sido totalmente reconstruido para atender las nuevas necesidades escénicas.

Teatro Serrano

Continuamos por la misma acera del Paseo de las  Germanías y llegamos a donde se encuentra la Casa de Cultura Marqués González de Quirós, más conocida como la Casa de la Marquesa. Su construcción data de finales siglo XIX por encargo de la familia Valier Lapeyre, una de las más acaudaladas de la sociedad gandiense de la época.

Aunque iba a tener un uso residencial, se diseñó con una estructura defensiva palatina. Consta de planta baja, la planta noble y un segundo piso y está flanqueada por dos cuerpos superiores semejando dos torres defensivas. En la fachada resaltan unas imponentes puertas de madera rematadas con elementos en hierro forjado así como el acabado de las rejas de las ventanas y los balcones. Ya en el interior destaca la escalera de mármol adornada por una barandilla ricamente ornamentada con finos hierros dorados.
Casa de la Marquesa-Casa de Cultura
En la parte trasera del edificio se encuentra un acogedor jardín romántico con gran variedad de especies autóctonas, donde podemos aprovechar para un breve descanso y tomarnos en su coqueto quiosco el café de media mañana. En el año 2000, se convirtió definitivamente en la Casa de Cultura de Gandía, y desde entonces ofrece una programación estable durante todo el año, en la que se realizan exposiciones, conferencias y conciertos como el Festival Internacional de Música. Con el buen tiempo, muchos de estos actos se trasladan a los jardines.


Continuamos por el Paseo de las Germanías y a su izquierda, muy cerca ya de la Calle Mayor, nos encontramos con la Plaza de Jaime I. En ella se distingue un bello edificio que alberga la Biblioteca Central, el Archivo Histórico y el Convento de San Roque.


Biblioteca
El Convento de San Roque fue fundado por el V duque de Gandía Don Carlos de Borja y Meneses, hijo mayor de san Francisco. Este convento franciscano abrió sus puertas en 1591. Aún conserva partes de su estructura inicial como el claustro, que merece la pena visitarse. Por la parte trasera, en la calle Duque Carlos de Borja, se abre la primitiva iglesia de convento. En la fachada de este templo se conserva el escudo en mármol del V duque de Gandía, con la fecha bien visible de 1586 y las armas de los Borja y los Centelles, pues don Carlos se casó con doña Magdalena Centelles, heredera del condado de Oliva, uniendo así ambos estados. Ahora alberga la Biblioteca Central y el Archivo Histórico Municipal.


Gran Cine Royalty


Mirando enfrente, al otro lado de la plaza, vemos un edificio singular, lo que fue en su día el Gran Cine Royalty, inaugurado en 1920. Aún conserva parte de su fachada de estilo modernista presidida por dos grandes escudos en cerámica, el de la ciudad y el de Valencia. Durante muchos años acogió la mayor parte de actividades y actos culturales que se organizaban en la ciudad.





Calle Mayor

 A través de la calle Mayor llegamos a la Plaza Mayor. Llegados a este punto, no queda más remedio que contemplar uno de los entornos más bellos de la ciudad con el Ayuntamiento y la Iglesia Colegiata de Santa María.
Aunque no hay documentación escrita sobre su origen, parece ser que la Colegiata fue un templo visigodo hacia el siglo VIII, que los musulmanes levantarían una mezquita sobre este templo y los cristianos harían lo similar al tomar Gandia. La Iglesia Colegiata de Santa María se inició su construcción a mediados del XIV bajo el ducado de Alfons el Vell y se prolongó hasta principios del XVI. Se trata de un ejemplo del estilo gótico catalán cuya arquitectura se caracteriza por la funcionalidad y la austeridad ornamental. Una sobriedad que buscaba crear una atmósfera que invitara a la oración y al recogimiento.
Iglesia Colegiata de Santa María


En el conjunto se pueden diferenciar dos fases constructivas. Su disposición inicial estaba compuesta por cinco tramos y la cabecera, en un espacio interior unitario, amplio y diáfano, de una sola nave con capillas entre contrafuertes y una capilla mayor en la cabecera. La cubierta está resuelta mediante una bóveda de crucería. La iglesia inicial comprendía lo que la mitad del templo hoy, es decir, desde la cabecera hasta la puerta sur, llamada también Puerta de Santa María o del Mercado. El campanario, aunque sigue el canon barroco, no es el original ya que fue derribado por los terremotos de 1598-1599. El actual fue restaurado a mediados del siglo XVIII.

 La segunda fase constructiva se llevó a cabo entre 1499 y 1520, en pleno tránsito del Gótico al Renacimiento, cuando la iglesia se amplió con cuatro tramos más por encargo de María Enríquez, abuela de san Francisco de Borja y regente del ducado de Gandia entre 1497 y 1511. En esta ampliación ya se observan elementos en la pintura y en la escultura que anuncian la imposición del nuevo estilo, como la portada principal o Puerta de los Apóstoles atribuida a  Damià Forment  (“el escultor más famoso y cotizado de toda la Corona de Aragón” como le define el historiador Ximo Company) o  las 23 tablas del retablo mayor, desaparecidas durante la Guerra Civil,  que se encargaron al prestigioso pintor italiano de la época Paolo da San Leocadio, uno de los principales introductores del Renacimiento en España.

De estas obras poco queda en la actualidad por el deterioro y, como ya hemos mencionado, por su destrucción durante la Guerra Civil de 1936. En esta contienda se perdió también el relicario de la Santa Espina, que donó el papa Alejandro VI, suegro de María Enríquez, y que había sido montado con las joyas del ajuar de su hija Lucrecia. María Enríquez consiguió de Alejandro VI, además, una bula en 1499 por la cual a la iglesia de Santa María le fue otorgada la dignidad de Colegiata. Este edificio siguió ampliándose con el IV Duque de Gandia, Francisco de Borja. En 1547 logró el privilegio del Papa para que el deán, es decir, el abad, pudiera usar mitra y báculo en las solemnidades.

Puerta de los Apóstoles
Puerta de Santa María
























La próxima entrada del blog, que se llamará "Gandía: El Palacio Ducal", estará dedicada casi por completo a la visita que hicimos al mismo, el miércoles 11 de febrero de 2015.



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